Actividades molestas en la playa: sanciones de hasta 1500 euros.

Si eres una de esas personas que disfruta jugando a las palas o al balón en la playa, analiza detenidamente el lugar al que acudes porque bien podrías acabar multado. Tomando como ejemplo la  Ordenanza Municipal de Playas de Cartagena  (en otros municipios existen ordenanzas similares) expondremos algunas conductas que no se pueden realizar en las playas del municipio cartagenero:
El artículo 5 señala que «queda prohibido en las zonas y aguas de baño y durante la temporada de baño, tanto en la arena de la playa como en el agua  del mar, la  realización de actividades, juegos o ejercicios  que puedan  molestar al resto de usuarios»  a menos de 6 metros de dichos usuarios. ¿Qué es una actividad que pueda «molestar al resto de usuarios«? Se me ocurre que a un bañista le puede molestar alguien jugando a las palas, a otro que un niño haga un castillo de arena en la orilla, etc. 

Existen otra serie de prohibiciones típicas:

ARTÍCULO 18.- RESIDUOS 1. Queda prohibido arrojar en la playa o en el agua del mar cualquier tipo de residuos como papeles, restos de comida, latas, botellas, restos de frutos secos, colillas, etc., así como  dejar abandonados en la misma muebles, carritos, palés, cajas, embalajes, etc.

ARTÍCULO 19.- FUEGO.  1. Queda prohibido el realizar fuego directamente en el suelo de la playa,  arena, piedras o rocas.



ARTÍCULO 20.- VENTA AMBULANTE 1. Se prohíbe la venta ambulante en la playa de cualquier producto alimenticio en general y, en concreto, bocadillos, bebidas, aperitivos, golosinas, semillas,  etc.


Según el artículo 23 de la citada Ordenanza, cometer alguna de estas infracciones se sanciona con una multa de hasta 1500 euros.

La lectura de esta norma me ha hecho revivir un recuerdo de mi más tierna infancia: cuando tenía 6 o 7 años, jugando en la playa a las palas con una pelota de gomaespuma, la pelota impactó en la pierna de una anciana que se encontraba cerca mía, procediendo ésta a dar aviso a la policía municipal dado que mis juegos le molestaban. En aquella ocasión, el episodio no paso a mayores y ni yo ni mis padres fuimos sancionados.

Cuando han pasado varias décadas parece que el Ayuntamiento de Cartagena haya atendido a las peticiones de aquella anciana: todo aquello que pueda molestar al usuario de una playa se encuentra prohibido.