¿Una empresa de telefonía ofreciendo préstamos y trabajo como «corredor de préstamo»?

Recibí hace poco el siguiente correo electrónico:

En este email supuestamente una gran empresa de telefonía me ofertaba la posibilidad de concertar un préstamo con ella o bien de colaborar con su empresa ejerciendo como «corredor de préstamo» consiguiendo que otros firmaran tales préstamos.

Existían muchas razones para sospechar sobre la veracidad de este correo electrónico: la dirección de email remitente y la del destinatario eran la misma; una empresa de telefonía no suele realizar ofertas de préstamos dado que tal actividad se encuentra fuera de su ámbito de comercio; no se identificaba la persona que firmaba el email; etc.

Este caso bien podría conformar un supuesto de phishing, concepto que, de acuerdo con la definición dada por  la empresa especializada en seguridad informática Panda Security, puede describirse como «el envío de correos electrónicos que, aparentando provenir de fuentes fiables (por ejemplo, entidades bancarias), intentan obtener datos confidenciales del usuario, que posteriormente son utilizados para la realización de algún tipo de fraude».

La conducta del phising  se encuadra normalmente en el delito previsto en el art. 248.2.a) del Código Penal («También se consideran reos de estafa: a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante, consigan una transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro») y representa uno de los supuestos delictivos cuya comisión más se está incrementado en los últimos tiempos.